Marcela, Cristina, Rafael, Leticia, Carlos y Manuel preparan un viaje a La Veriente, gótica casona cubierta de musgo y enredaderas construida por la bisabuela de Cristina. La reunión será el momento adecuado para dar una lección a Marcela por un acto que, al parecer, cometió sin la intención de que sus consecuencias fueran fatales.

Cristina, Rafael, Leticia, Carlos y Manuel tienen una singular amistad con la profesora Susana, quien se ha visto abatida, primero por la muerte de su esposo y después de su hijo, Nicolás. Nicolás fue víctima de un accidente que –retrocediendo los pasos de Susana– pudo haberse evitado si ella no se hubiera retrasado pidiendo información en una clínica estética buscando aliviar su ego aguijoneado por la nota anónima de una alumna, la cual acusaba: “SOS UNA VACA”.

Los chicos investigan quién fue el remitente del aciago mensaje entre quienes pudieron haber tenido un ánimo hostil hacia la profesora, acaso los reprobados, y resuelven que el mensaje provino del puño de Marcela. Para ajustar las cuentas preparan una velada de disuasión psicológica para Marcela a través de relatos de terror y misterio, todos ellos arraigados en la figura, culturalmente nada perversa, de la vaca.

Cada uno encarna en los protagonistas de sus relatos la vivencia de dejar lo humano para adquirir las características bestiales de la vaca: su andar zombi, su aminorada consciencia, su corpulencia, su peso y andar compasado, sus emanaciones fétidas y sucias, sus manos convertidas en pezuñas, sus manchas pilosas. Cada uno de ellos pone en juego toda su creatividad para mostrar humanoides transfigurados por una cercana conversión o una heredada genética vacuna. Cada uno labra la mente de Marcela para soltar la semilla que nutrida por la imaginación de la chica hará brotar el pánico y el desequilibrio de sus pasos durante la noche eclipsada.

  • 13 x 21 cm/ Tapa blanda/ 128 páginas/ +13 años

 

La venganza de la vaca - Sergio Aguirre

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La venganza de la vaca - Sergio Aguirre $568,97

Marcela, Cristina, Rafael, Leticia, Carlos y Manuel preparan un viaje a La Veriente, gótica casona cubierta de musgo y enredaderas construida por la bisabuela de Cristina. La reunión será el momento adecuado para dar una lección a Marcela por un acto que, al parecer, cometió sin la intención de que sus consecuencias fueran fatales.

Cristina, Rafael, Leticia, Carlos y Manuel tienen una singular amistad con la profesora Susana, quien se ha visto abatida, primero por la muerte de su esposo y después de su hijo, Nicolás. Nicolás fue víctima de un accidente que –retrocediendo los pasos de Susana– pudo haberse evitado si ella no se hubiera retrasado pidiendo información en una clínica estética buscando aliviar su ego aguijoneado por la nota anónima de una alumna, la cual acusaba: “SOS UNA VACA”.

Los chicos investigan quién fue el remitente del aciago mensaje entre quienes pudieron haber tenido un ánimo hostil hacia la profesora, acaso los reprobados, y resuelven que el mensaje provino del puño de Marcela. Para ajustar las cuentas preparan una velada de disuasión psicológica para Marcela a través de relatos de terror y misterio, todos ellos arraigados en la figura, culturalmente nada perversa, de la vaca.

Cada uno encarna en los protagonistas de sus relatos la vivencia de dejar lo humano para adquirir las características bestiales de la vaca: su andar zombi, su aminorada consciencia, su corpulencia, su peso y andar compasado, sus emanaciones fétidas y sucias, sus manos convertidas en pezuñas, sus manchas pilosas. Cada uno de ellos pone en juego toda su creatividad para mostrar humanoides transfigurados por una cercana conversión o una heredada genética vacuna. Cada uno labra la mente de Marcela para soltar la semilla que nutrida por la imaginación de la chica hará brotar el pánico y el desequilibrio de sus pasos durante la noche eclipsada.

  • 13 x 21 cm/ Tapa blanda/ 128 páginas/ +13 años