Una historia mínima que resuena con ecos profundos, como la voz de su autora. Una nena quiere conocer el mar pero vive lejos, “Tan lejos que ni vendiendo todo lo que tenían podrían viajar”. Pero Emilia es persistente y tiene adultos conscientes del poder de lo simbólico. La voz de la madre acompaña y le brinda herramientas para mirar mares aunque no los haya. Un maestro hace viajar las palabras para acercarlas a la orilla deseada.

Se trata de un cuento breve con un final a medio camino entre lo poético y lo fantástico. Ideal para leer con los más pequeños y conversar con ellos, imaginar y reflexionar sobre los propios deseos.

Las ilustraciones de Vicky Malamud intentan acercar el mar con su paleta de colores, con nubes que son olas, con peces que guardan palabras. El grafito trae reminiscencias de infancia al igual que el juego con las transparencias y los planos para construir perspectiva.

En tiempos donde el tener parece ser el deseo supremo y el adulto es impelido a asegurar que el niño tenga el último juguete de moda, esta historia nos recuerda el valor de la carencia material y la generosidad del tiempo y la palabra. Conectada con la profundidad de lo humano, Bodoc nos invita a abrigar a los niños con la calidez de un gesto, de un símbolo, de una palabra.

Laura Blanco

 

Reseña extraida de: https://jitanjafora.org.ar/recomendacion/un-mar-para-emilia/

Un mar para Emilia - Liliana Bodoc

$10.000
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Una historia mínima que resuena con ecos profundos, como la voz de su autora. Una nena quiere conocer el mar pero vive lejos, “Tan lejos que ni vendiendo todo lo que tenían podrían viajar”. Pero Emilia es persistente y tiene adultos conscientes del poder de lo simbólico. La voz de la madre acompaña y le brinda herramientas para mirar mares aunque no los haya. Un maestro hace viajar las palabras para acercarlas a la orilla deseada.

Se trata de un cuento breve con un final a medio camino entre lo poético y lo fantástico. Ideal para leer con los más pequeños y conversar con ellos, imaginar y reflexionar sobre los propios deseos.

Las ilustraciones de Vicky Malamud intentan acercar el mar con su paleta de colores, con nubes que son olas, con peces que guardan palabras. El grafito trae reminiscencias de infancia al igual que el juego con las transparencias y los planos para construir perspectiva.

En tiempos donde el tener parece ser el deseo supremo y el adulto es impelido a asegurar que el niño tenga el último juguete de moda, esta historia nos recuerda el valor de la carencia material y la generosidad del tiempo y la palabra. Conectada con la profundidad de lo humano, Bodoc nos invita a abrigar a los niños con la calidez de un gesto, de un símbolo, de una palabra.

Laura Blanco

 

Reseña extraida de: https://jitanjafora.org.ar/recomendacion/un-mar-para-emilia/