¿Hay nuevas formas de hablar de oscuridades y magias, de carencias llenas de luz, de estatuas que pueden llorar, de mujeres que se ven obligadas a fingir que están locas para que no las lastimen? La respuesta es sí. Juan Solá conoce el lenguaje justo, el estilo secreto y deslumbrante para expresarlas. En su novela Invisible decodifica un idioma propio, lo explora y nos envuelve con él. Nos impulsa a conocer los universos ocultos donde viven las personas invisibles, a vibrar en sus frecuencias.

Porque a estas personas, que no vemos, se les quebró algo valioso y es por eso que, cuando los abusos causan tanto daño que uno sólo quiere huir, desaparecer, pareciera que la única opción es "morir de a poco" o, lo que es lo mismo, perderse en la locura. Pero la protagonista de Invisible intuye que en escribir "poemas para no hacer ruido" está su capacidad de recuperarse. Ella supone que "de la suciedad se aprende", que lo monstruoso también puede abrazar, y nos provoca con agudeza a preguntarnos: ¿el amor nunca falla?

Solá escribe tanteando los bordes de los vínculos que siempre impactarán en las relaciones del futuro. Encuentra las heridas, la asfixia contenida y el amor que arde, que golpea. Porque somos una acumulación de esos instantes en los que el autor pone el foco y se detiene. Aunque no se queda allí. Describe con lucidez las pequeñas maravillas y las penumbras que nos habitan y nos propone el desafío de vislumbrar lo que se revela en los huecos y escisiones.

 

Invisible - Juan Solá

R$92,35
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¿Hay nuevas formas de hablar de oscuridades y magias, de carencias llenas de luz, de estatuas que pueden llorar, de mujeres que se ven obligadas a fingir que están locas para que no las lastimen? La respuesta es sí. Juan Solá conoce el lenguaje justo, el estilo secreto y deslumbrante para expresarlas. En su novela Invisible decodifica un idioma propio, lo explora y nos envuelve con él. Nos impulsa a conocer los universos ocultos donde viven las personas invisibles, a vibrar en sus frecuencias.

Porque a estas personas, que no vemos, se les quebró algo valioso y es por eso que, cuando los abusos causan tanto daño que uno sólo quiere huir, desaparecer, pareciera que la única opción es "morir de a poco" o, lo que es lo mismo, perderse en la locura. Pero la protagonista de Invisible intuye que en escribir "poemas para no hacer ruido" está su capacidad de recuperarse. Ella supone que "de la suciedad se aprende", que lo monstruoso también puede abrazar, y nos provoca con agudeza a preguntarnos: ¿el amor nunca falla?

Solá escribe tanteando los bordes de los vínculos que siempre impactarán en las relaciones del futuro. Encuentra las heridas, la asfixia contenida y el amor que arde, que golpea. Porque somos una acumulación de esos instantes en los que el autor pone el foco y se detiene. Aunque no se queda allí. Describe con lucidez las pequeñas maravillas y las penumbras que nos habitan y nos propone el desafío de vislumbrar lo que se revela en los huecos y escisiones.