¿De qué hablamos cuando decimos agenda? En sus inicios, la teoría de la agenda setting postuló el vínculo causal entre agenda mediática y pública. Hoy nos encontramos frente a un replanteo de su hipótesis basal, en el que la idea de una transferencia de relevancia entre agendas reemplaza ese vínculo. El rol de los medios de comunicación, actores políticos y sociales por excelencia, se ha puesto en el centro de la discusión. De ahí la importancia de pensar sus agendas en una relación de mutua influencia con las agendas política y pública. Ahora bien, ¿cómo se ejerce la influencia de los que deciden, de los medios y de los ciudadanos? Para medir tal influencia, ¿es más eficaz cubrir grandes cuestiones o centrarse en asuntos específicos? ¿Focalizar en temas que toquen la experiencia o probar con otros más lejanos? No es posible comprender fehacientemente una corriente si no se la pone en discusión con otras, sin subsumirlas ni a unas ni a otras bajo el brazo de su contendiente. Por eso, Natalia Aruguete propone un recorrido crítico de la agenda setting: analiza el contexto de su creación y discute las nociones subyacentes de su idiosincrasia, como el escenario sociopolítico y económico de su surgimiento y consolidación. En definitiva, busca poner en evidencia que ninguna teoría es tan vasta como para dar respuesta a todas las inquietudes que surgen en su aplicación como herramienta para comprender la realidad. Que no es tal, por cierto.

 

El poder de la agenda - Natalia Aruguete

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¿De qué hablamos cuando decimos agenda? En sus inicios, la teoría de la agenda setting postuló el vínculo causal entre agenda mediática y pública. Hoy nos encontramos frente a un replanteo de su hipótesis basal, en el que la idea de una transferencia de relevancia entre agendas reemplaza ese vínculo. El rol de los medios de comunicación, actores políticos y sociales por excelencia, se ha puesto en el centro de la discusión. De ahí la importancia de pensar sus agendas en una relación de mutua influencia con las agendas política y pública. Ahora bien, ¿cómo se ejerce la influencia de los que deciden, de los medios y de los ciudadanos? Para medir tal influencia, ¿es más eficaz cubrir grandes cuestiones o centrarse en asuntos específicos? ¿Focalizar en temas que toquen la experiencia o probar con otros más lejanos? No es posible comprender fehacientemente una corriente si no se la pone en discusión con otras, sin subsumirlas ni a unas ni a otras bajo el brazo de su contendiente. Por eso, Natalia Aruguete propone un recorrido crítico de la agenda setting: analiza el contexto de su creación y discute las nociones subyacentes de su idiosincrasia, como el escenario sociopolítico y económico de su surgimiento y consolidación. En definitiva, busca poner en evidencia que ninguna teoría es tan vasta como para dar respuesta a todas las inquietudes que surgen en su aplicación como herramienta para comprender la realidad. Que no es tal, por cierto.